martes, 3 de julio de 2018

BOLÍVAR EN PERÚ, BOLIVIA Y EL ANFICTIÓNICO DE PANAMÁ




BOLÍVAR EN PERÚ, BOLIVIA Y EL ANFICTIÓNICO DE PANAMÁ

García J, Rudys  J.        


Bolívar en Perú

Simón Bolívar desembarcó en el puerto del Callao el 1 de septiembre de 1823 en el Bergantín Chimborazo luego de que una comitiva enviada por el Congreso de la República del Perú encabezada por José Faustino Sánchez Carrión le enviará una invitación mientras estaba en Guayaquil, provincia cuya anexión a la Gran Colombia dispuso en julio de 1822. A dicho recibimiento asistió el presidente José Bernardo de Tagle, marqués de Torre Tagle, y su gabinete ministerial en Pleno. Al día siguiente de su llegada, el Congreso lo nombra "suprema autoridad" y poco después le encarga la dirección de la lucha contra el ejército realista disponiendo que el mismo Torre Tagle debiera rendirle cuentas de sus acciones.
La primera acción de Bolívar fue eliminar las fuerzas de José de la Riva Agüero, quien fuera presidente del Perú antes que Torre Tagle y se oponía a la llegada del Libertador en Trujillo. Riva Agüero fue apresado en noviembre de ese año pero logró escapar y se fue a Inglaterra. Mientras tanto, el primer Congreso Constituyente que estaba próximo a proclamar la primera Constitución política del Perú emite una resolución señalando que entrarán en suspenso las disposiciones de esa carta magna que sean contrarias a las disposiciones y deseos de Simón Bolívar. La Constitución fue jurada el 11 de noviembre de ese año pero nunca entró en vigencia.
El ejército realista tenía el control de la sierra central y el sur del país (actuales departamentos de Junín, Ayacucho, Cusco y Arequipa). Por su parte, luego de la derrota de Riva Agüero, las fuerzas del ejército unificado tenían posesión de la costa central y norte, y de la sierra norte (actuales departamentos de Piura, La Libertad, Ancash, Lima y Cajamarca). Ante ello, siendo factible la posibilidad de que Lima fuera invadida por fuerzas realistas (como en efecto lo fue tras el motín del Callao), Bolívar decidió mudar su cuartel general al pueblo de Pativilca, 200 kilómetros al norte de Lima.


Bolívar instruye a Torre Tagle que se acerque a los mandos españoles acantonados en Jauja para lograr una negociación con la finalidad de ganar tiempo para lograr aumentar su ejército y ser capaz de vencer al realista (que en el manifiesto tras la batalla de Junín, Bolívar se jactaba de derrotar tras 14 años de triunfos contra los independentistas). Torre Tagle cumple ese encargo pero, paralelamente, es acusado por Bolívar de negociar con el Virrey La Serna la expulsión del Libertador y obtener así la plenitud de su mandato.
Al margen de esas intrigas, el 5 de febrero de 1824, las tropas bolivarianas de las fortalezas del Callao pertenecientes a la expedición libertadora, acaudilladas al mando de un sargento de apellido Moyano, se levantan en motín del Callao argumentando falta de pago a los soldados. Esa sublevación liberó a los presos españoles que estaban recluidos en la Fortaleza del Real Felipe y les entregó las instalaciones y las defensas del puerto. Las fuerzas realistas ocuparon Lima el 29 de febrero, para más tarde replegar su fuerza principal a la sierra central y sostener una guarnición en el Callao, cuyas defensas quedaron bajo el mando del militar español de José Ramón Rodil, en las que se le refugiaron varias facciones patriotas, inclusive el mismo Torre Tagle, y que se quedaría en la Fortaleza del Real Felipe, donde murió al año siguiente en el sitio del Callao, confirmando con esta acción la traición a Bolívar.
Ante la falta de respuesta del presidente Torre Tagle, el Congreso lo depone el 10 de febrero y entrega a Bolívar todo el poder político y militar. Acto seguido, el Congreso se inmola y entra en receso hasta que el Libertador lo convoque. Bolívar se convirtió en la única y máxima autoridad en el Perú, nombrando como único Ministro General a José Faustino Sánchez Carrión. Bolívar nombrado jefe supremo, volvió a Pativilca y ordenó el repliegue generalizado del ejército unido a Trujillo y Huamachuco.

Formación del Ejército

Desde Pativilca, Bolívar empieza las acciones para aumentar el Ejército Unido Libertador del Perú. Nombra como jefes principales del ejército unido a los generales grancolombianos Sucre, Córdova y Lara. Ningún peruano formó parte del estado mayor siendo que sólo el general José de La Mar estuvo a cargo de la rama peruana del ejército. Ello se debía a que el Libertador no se sentía con confianza suficiente, visto los acontecimientos ocurridos en el pasado reciente del Perú.
Bolívar escribió instrucciones precisas sobre todo lo referido a las armas del ejército, en sus cartas incluyó instrucciones desde cómo hacer las correas y cómo herrar los caballos. Así ordenó que los jefes militares tomaran del norte peruano los recursos necesarios, la mayoría fueron obtenidos por decretos de guerra.
Durante todo ese tiempo, parte de la guerra se desarrollaba en el mar. El almirante Martin George Guisse, jefe de la escuadra peruana, destruyó los barcos de guerra españoles que asediaban las costas peruanas, permitiendo que llegasen pertrechos y refuerzos desde Colombia y asediando constantemente la fuerza realista de España en Perú; acantonada en el Callao bajo el mando de José Rodil.

 Sudamérica y Perú Libres

El 2 de agosto, en la localidad pasqueña de Rancas, Bolívar pasa revista al ejército que logró armar y que contaba 12 000 hombres listos para acometer al ejército del virreinato del Perú, que desde principios de 1824 había quedado paralizado por la Rebelión de Olañeta. El 6 de agosto se dio la batalla de Junín donde la caballería del ejército realista fue derrotada por primera vez en el Perú. El 9 de diciembre de ese año se pone fin al virreinato del Perú mediante la victoria en Ayacucho, lidera por el general Antonio José de Sucre. Con esta acción se termina por completo el dominio español sobre tierras Sudamericanas, sellando definitivamente su independencia.
Ya antes de la batalla de Ayacucho, Bolívar había vuelto a nombrar un gabinete ministerial. Para ello mantuvo a José Faustino Sánchez Carrión como ministro pero esta vez encargado de la Cancillería, Hipólito Unanue a cargo del Ministerio de Hacienda y al militar grancolombiano Tomás de Heres como Ministro de Guerra. El gobierno de Bolívar en el Perú se caracterizó por la creación de instituciones básicas dentro de lo que sería la organización del naciente estado peruano.
El 10 de febrero de 1825, un año después de que el Congreso entrara en receso, Bolívar lo convoca de nuevo. Este Congreso sesionó por un mes antes de disolverse y dar por concluidas sus funciones el 10 de marzo. Durante este periodo, el Congreso autorizó la salida de 6000 soldados peruanos a la Gran Colombia, acordó la entrega de premios a los militares vencedores, y emitió una resolución desentendiéndose del futuro que escoja el Alto Perú. Para ese mismo año, la municipalidad de Lima acuerda la entrega de la Espada del Perú al Libertador y al gran Mariscal de Ayacucho con motivo de conmemorarse el primer año de la gesta de Ayacucho.
El 20 de mayo de 1825, desde la ciudad de Arequipa, Bolívar convoca a elecciones para un Congreso General que debería reunirse el 10 de febrero del año siguiente. Sin embargo, ese día no se pudo inaugurar el nuevo congreso ya que el Libertador no estaba conforme con la incorporación de algunos diputados como Francisco Xavier de Luna Pizarro quien fue electo por el departamento de Arequipa. Recién en el mes de abril se logra reunir el Congreso pero sus sesiones preliminares fracasan ya que el gobierno declaró no válidos los poderes de los diputados de Arequipa, Lima, Cusco y otras provincias. El 26 de mayo de 1826, el gobierno retira a los municipios el derecho de elegir a sus autoridades y poco después decreta que los prefectos convoquen a los colegios electorales de las provincias para que, cada una, apruebe directamente la Constitución Vitalicia elaborada por Simón Bolívar que lo nombraba como Presidente Vitalicio.
El 4 de septiembre de 1826, Bolívar se embarca en el bergantín Congreso con dirección a Colombia dejando en el Perú un "Consejo de Gobierno" cuya misión era lograr la vigencia de la Constitución Vitalicia. Bolívar no regresaría más al Perú. El Consejo de Gobierno no logró que la Corte Suprema del Perú aprobará la Constitución Vitalicia y el nombramiento de Bolívar como Presidente Vitalicio por lo que recurrió al Cabildo de Lima que, presionado, dio validez a las actas de los colegios electorales y luz verde a la promulgación de la Constitución.36 Esta constitución sólo tuvo vigencia hasta el 26 de enero del año siguiente cuando cae el Consejo de Gobierno y se convocan nuevas elecciones. A Bolívar le es solicitado ejercer la presidencia del Perú pero la rehúsa, demostrando con ello su talante democrático y no dictatorial como se le pretendió acusar.
Durante su gobierno, Bolívar dio cumplimiento al acuerdo de "reposiciones" del ejército grancolombiano, en virtud de los cuales se debía reponer a éste las bajas que sufriera durante las batallas libradas en el Perú, no sólo por muertes en campo de batalla sino también por deserciones y enfermedad. Para ello, el Libertador ordenó el reclutamiento forzoso de peruanos para la formación de tropas y su posterior envío a Venezuela, ello se dio mientras se mantenían en el Perú las tropas grancolombianas.

 Otras Disposiciones

El Libertador restituyó el Tributo indígena estableciendo su "reducción al monto que se pagaba en 1820", contribución que debían pagar los indígenas peruanos por el sólo hecho de ser indígenas. José de San Martín había abrogado esa contribución el 27 de agosto de 1821 por lo que la norma no hizo sino reinstaurar un pago ya proscrito. Por otro lado, prohibió la mita y se garantizó como en las otras naciones recientemente independizadas la libertad de vientres, con la cual se garantizaba que los hijos de esclavos que sirvieran y se circunscribiesen y tuvieran en embarazo a sus esposas los hijos de estas uniones nacerían libres, y aquellos soldados que en anterioridad fuesen esclavos, se les concedería su libertad, como recompensa por sus leales servicios a la causa libertadora. Con ello, Bolívar buscaba en primer lugar: establecer las bases fundacionales de una república libre y con fondos estadales suficientes para su sostenimiento y segundo eliminar progresivamente y a futuro la esclavitud.
 En el ámbito de la organización del Estado, Bolívar restableció el 6 de marzo de 1824 la Alta Cámara de Justicia que había reemplazado, por orden de San Martín, a la Audiencia de Lima. Esta Cámara dio origen a la Corte Superior de Lima y, luego de la batalla de Ayacucho, dio lugar a la Corte Suprema de Justicia. Bolívar nombró como presidente de ésta a Manuel Lorenzo de Vidaurre, quien dejó varios escritos altamante halagüeños hacia el Libertador. También creó la Corte Superior de Justicia de Trujillo, la Corte Superior de Justicia de Arequipa y la Corte Superior de Justicia del Cusco.
 Bolívar creó varios importantes colegios nacionales como el Colegio Nacional de Ciencias y el colegio Educandas44 en el Cusco, instituciones que fueron conocidas como los colegios bolivarianos. Igualmente fundó el Diario Oficial El Peruano, gaceta oficial del Estado Peruano. Expidió la primera Ley de Imprenta. El reglamento de esa ley condenaba a seis años de prisión a los autores de los escritos que el gobierno considerase como subversivos y prohibía las sátiras contra disposiciones gubernamentales.
 Dentro de las finanzas peruanas, el gobierno de Bolívar realizó dos actos principales. En primer lugar, se establecieron las recompensas para el ejército unificado, cuyo pago estuvo a cargo del Estado Peruano hasta mediados del siglo XIX y se negoció un empréstito con Inglaterra del que sólo se recibió el 25 % del capital y se tuvo que pagar el íntegro más intereses. Bolívar recibió un país quebrado y tomo medidas para su recomposición.
Si bien Bolívar habría dispuesto la anexión de la provincia de Guayaquil a la Gran Colombia en 1822, después de la entrevista con el protector del Perú, José de San Martín, ya existía la Provincia Libre de Guayaquil, esfuerzo de Joaquín Olmedo, en 1820, antes de que el Perú y Ecuador fuese liberados (lo que inició la disputa territorial entre Perú y Ecuador).
 En 1825 los criollos de Alto Perú o Charcas, deciden un país autónomo, y rechazan pertenecer a Lima tampoco a Buenos Aires. Así nace del Alto Perú, la creación de la República Bolívar. Palabras de Jorge Basadre, «Bolivia tiene sus raíces en la Audiencia de Charcas, colocada primero bajo la égida del virreinato del Perú luego la del virreinato del Río de la Plata».
 Una breve semblanza de Bolívar la presenta Jorge Basadre, historiador y político de Perú, diciendo que “la autenticidad del genio de Bolívar está en su polifonía. El guerrero, el hombre de sociedad, el orador, el escritor estaban ligados en él al político, al legislador, al forjador de amoríos. Y siendo bastante lo hecho y lo conseguido, no se contentaba con ello; era siempre una semilla apasionada de sueños y de grandezas”.

Bolívar en Bolivia

La independencia boliviana, lograda tras siglos de dominio colonial español, fue un proceso que se extendió durante más de 15 años, desde 1809 hasta 1825, e implicó numerosas batallas e innumerables muertes. La lucha por la independencia comenzó a nivel local y más tarde Simón Bolívar y Antonio José de Sucre le dieron cohesión a una causa, que había estado fragmentada y desorganizada. En última instancia, el nuevo e independiente país, Bolivia, recibiría su nombre de Simón Bolívar, el líder militar y político que cambió el curso colonial de América del Sur.

Creación de Bolivia

Bolivia, durante el siglo XVIII, era conocida como el Alto Perú, una región autónoma dependiente del Virreinato del Perú. El gobierno local estaba a cargo de la Real Audiencia, dirigida por un Presidente. Esta audiencia era conocida como Audiencia de Charcas. Como ocurría en otros lugares, los obispos españoles se mantenían completamente ignorantes de la situación de la población y se consideraban superiores a los indígenas. No era raro que estos oidores hiciesen que la población se inclinase ante ellos.
Con la guerra de independencia norteamericana aún fresca en la mente de todos, especialmente en América del Sur, que estaba bajo el dominio colonial español, la gente comenzó a cuestionar la legitimidad de la ocupación española. En 1807, un pensador sudamericano aristócrata y liberal acababa de regresar de sus viajes por Europa. En Venezuela este hombre, Simón Bolívar, estaba comenzando una revolución en pos de la independencia de América del Sur de España. Su lucha lo llevaría por toda América del Sur y su causa ganaba adeptos día a día y a ojos vista. Después de haber liberado Colombia, Venezuela y Ecuador, Bolívar ya estaba cerca de liberar Perú en 1821.
En el Alto Perú, después de 1817 hubo una relativa calma cuando el poder de los caudillos y el virrey del Perú llegaron a un punto de equilibrio. En 1820 este equilibrio se rompió cuando el general conservador, Pedro Antonio de Olañeta, se negó a reconocer la Constitución española de 1812 y rompió con el Virreinato del Perú. También se negó a unirse a los ejércitos rebeldes de Bolívar que empezaban a acercarse al Alto Perú porque él se consideraba "el único defensor del trono y el altar" en la región. Con la caída del Perú a los pies de Bolívar, éste inmediatamente se concentró en el Alto Perú. En la segunda mitad de 1823 las fuerzas de Bolívar cruzaron Bolivia y el 9 de diciembre de 1824 las fuerzas rebeldes bajo el mando de Antonio José de Sucre derrotaron al ejército realista en la batalla de Ayacucho.
Las fuerzas realistas restantes fueron derrotadas fácilmente en El Callao, pero quedaba todavía un último obstáculo militar: el general Olañeta. Como último reducto de resistencia, intentó entregar el Alto Perú a Brasil en un esfuerzo postrero para mantener el control español en la zona, pero fue en vano. En una batalla final, el 09 de abril de 1825 Olañeta y Sucre se encontraron en el campo de batalla. Las tropas de Olañeta, sabiendo que estaban abocadas a la derrota, lo asesinaron en el campo de batalla y se rindieron ante el ejército rebelde. El último reducto de España en América del Sur se había perdido para siempre.
 El 6 de agosto de 1825, una asamblea reunida en Chuquisaca, determina que el Alto Perú sea independiente y que se cree una República con el nombre de Bolivia, en homenaje al Libertador. Sucre fue el gran artífice de esta creación basándose en el principio de la autodeterminación de los pueblos. Bolívar escribió su Constitución y la llamó su hija predilecta.
El Alto Perú es un territorio que pertenece a dos naciones: una parte a la Argentina y la otra al Perú. Sucre propone que se realice una Asamblea en Chuquisaca a fin de que los pueblos decidan su propia suerte. A Bolívar no le gustó la idea y se la criticó al Gran Mariscal. Pero, al final de cuentas, la Asamblea se realizó sin problemas porque ni Lima ni Buenos Aires tenían objeciones que hacer.
La Asamblea de Chuquisaca determinó que el Alto Perú fuera independiente y que de ese territorio se formara una nueva Nación con el nombre de Bolívar, en su honor. ¡Sí que era un honor, y muy grande!. Que una Nación entera llevara su nombre, superaba todas las ambiciones de Bolívar. Y Sucre, su mejor amigo, era nombrado Presidente de Bolivia para toda la vida; pero su carácter y su manera de pensar no le permitían aceptar sino por el espacio de dos años. En Arequipa Bolívar da una serie de leyes en beneficio de los pobres indígenas, así como en Chuquisaca se preocuparía por el establecimiento de escuelas públicas, colegios y, en fin, de la instrucción en general.
Se convocó un congreso constituyente el 6 de agosto del 1825 para crear una nueva Carta Magna llamando a este nuevo país independiente Bolivia en honor del aristócrata metamorfoseado en libertador Simón Bolívar. Desde el 12 de agosto al 29 de diciembre de 1825 Bolívar llevó a Bolivia por el camino de la democracia y la independencia y cuando él renunció, su compañero y héroe de guerra, Antonio José de Sucre, continuó en la presidencia.

Acciones de Gobierno de Bolívar

En el proyecto de constitución presentado al Congreso de Bolivia, El Libertador propone la adopción de principios e instituciones de gobierno ya expuestos por él en su discurso de Angostura. En algunos casos modifica la estructura organizativa del poder público y le atribuye funciones diferentes del esquema tradicional. Pero mantiene sus puntos de vista de que el régimen que se establezca sea sencillo y fuerte y garantice la estabilidad de las instituciones. El Libertador insiste, además en la abolición de la esclavitud y el establecimiento de la libertad de cultos.

Atentado a Sucre

El 4 de junio de 1830 fue asesinado en Berruecos, Nariño, Colombia, el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre y Alcalá. Este vil atentado fue uno de los dolores más tremendo que sufrió el libertador Simón Bolívar. Durante 2010 se conmemoró el 290 aniversario de aquel terrible suceso que ha pasado a la historia de América como una de sus páginas más indignas.

Congreso Anfictiónico de Panamá

Convocatoria.

El 7 de Diciembre de 1824, dos días antes de la Batalla de Ayacucho, el Libertador Simón Bolívar, desde Lima, envió una invitación a los gobiernos americanos para realizar un congreso en la Ciudad de Panamá con la finalidad de constituir una federación de Estados americanos capaz de defender y garantizar la independencia conquistada. El Congreso de Panamá se instaló el 22 de junio de 1826.

Países Asistentes

ü  Chile

El gobierno de Chile fue invitado pero declinó asistir. El gobierno chileno dirigido por Ramón Freire no mostraba simpatías por Bolívar ni por su enorme influencia política sobre tres países sudamericanos. Además la pugna política chilena entre liberales y conservadores reducía la preocupación de los políticos chilenos por el proyecto bolivariano, del cual además desconfiaban, prefiriendo basar su política externa en mantener buenas relaciones con Gran Bretaña y los Estados Unidos

ü  Argentina

Las Provincias Unidas del Río de la Plata fueron también invitadas pero prefirieron no enviar una delegación, aunque el gobierno rioplatense de Bernardino Rivadavia mostraba cierto interés en alianzas regionales debido a la Guerra del Brasil por la ocupación de la Provincia Cisplatina. Pese a dicho interés, la mayor parte de los líderes argentinos desconfiaban de una desmesurada influencia de la Gran Colombia en el Congreso debido al poderío bélico y político del que disponía Bolívar de forma directa o indirecta, prefiriendo también aumentar los lazos comerciales con EE. UU. O potencias europeas, que eran el principal mercado de las exportaciones rioplatenses.

ü  Paraguay

Aunque ya era un Estado independiente desde 1811, estaba gobernado por el aislacionista doctor Francia. Tras la Batalla de Ayacucho y estabilizarse definitivamente la situación de Bolivia en 1826, el propio Simón Bolívar trató de lograr contactos políticos con Paraguay, solicitando iniciar relaciones diplomáticas, pero los enviados de Bolívar no tuvieron comunicación alguna con funcionarios paraguayos y sólo recibieron una carta del Doctor Francia para Bolívar, donde el dictador paraguayo rechazaba todo vínculo diplomático y defendía su aislacionismo. Ante este rechazo, Paraguay no fue invitado al Congreso de Panamá.

ü  Brasil

El Imperio de Brasil sí fue invitado, pese a ser un Estado monárquico y abiertamente esclavista, regido además por los descendientes de una dinastía europea, del cual recelaban abiertamente las cancillerías del resto de Sudamérica. En el caso brasileño Bolívar prefirió remitir la invitación a la corte imperial de Río de Janeiro sólo para halagar a Gran Bretaña (principal aliada de Brasil y preocupada por el aislamiento de éste), pero resultaba evidente que la desconfianza de las repúblicas hispanoamericanas (y del propio Bolívar) hacia Brasil influiría en las decisiones del Congreso. Brasil precisaba mantener la neutralidad entre las monarquías europeas y sus vecinos republicanos de Sudamérica, y en octubre de 1825 aceptó la invitación de Bolívar, pero el conflicto bélico con el gobierno argentino que había estallado recientemente hizo temer al gobierno brasilero una recepción demasiado hostil en Panamá, lo cual era contrario a sus intereses. Por ello se decidió no enviar a los delegados brasileros, aunque ya habían sido designados por el emperador Pedro I.

ü  Países Europeos

Bolívar acordó también invitar a dos países europeos como observadores, por causa de sus intereses comerciales en Hispanoamérica: Gran Bretaña y los Países Bajos; la invitación al gobierno de Londres buscaba estimular la asistencia de los gobiernos chileno y rioplatense, que tenían en los británicos a su principal socio comercial. Gran Bretaña aceptó la invitación y envió un observador, Edward James Dawkins, pero este ya tenía órdenes precisas del ministro George Canning: limitarse a buscar acuerdos comerciales, y disuadir a la Gran Colombia y México de apoyar expediciones a Cuba o Puerto Rico para independizarlas de España. El delegado de los Países Bajos, Jan Van Veer, fue enviado para proponer la mediación neerlandesa entre las repúblicas hispanoamericanas y España, pero no tuvo la acreditación necesaria; a esto se unió que la corona no había reconocido la independencia de ninguna república hispanoamericana, por lo cual el delegado neerlandés fue recibido sólo a título individual.

Conclusiones del Congreso en Panamá

Los temas de discusión en la agenda del Congreso eran los siguientes:
1.    Renovación de los tratados de unión, liga y confederación.
2.    La publicación de un manifiesto en que se denuncia la actitud de España y el daño que ha causado al Nuevo Mundo.
3.    Decidir sobre el apoyo a la independencia de Cuba y Puerto Rico, así como de las Islas Canarias y Filipinas.
4.    Celebrar tratados de comercio y de navegación entre los Estados confederados.
5.    Involucrar a Estados Unidos para hacer efectiva la Doctrina Monroe en contra de las tentativas españolas de reconquista.
6.    Organizar un cuerpo de normas de derecho internacional.
7.    Abolir la esclavitud en el conjunto del territorio confederado.
8.    Establecer la contribución de cada país para mantener los contingentes militares comunes.
9.    Adoptar medidas de presión para obligar a España al reconocimiento delas nuevas repúblicas.
10. Establecer las fronteras nacionales con base en el principio de utipossidetis, tomando como base el año 1810.

Resultados del Congreso de Panamá

Los resultados prácticos del Congreso de Panamá fueron casi nulos, pues la mayoría de los Estados presentes no se encontraban en condiciones políticas ni económicas de cumplir con sus acuerdos. Por otra parte, las divisiones y rivalidades entre las naciones americanas generaron numerosos conflictos fronterizos que terminaron en guerra.

Opinión de Bolívar

Simón Bolívar considero al Congreso Anfictiónico como una experiencia fallida, conclusión a la que arribó el Libertador poco después que concluyeran las sesiones, señalando: "El Congreso de Panamá sólo será una sombra".


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

DePeru.com. Simón Bolívar llega a Perú. Página Web en Línea. Disponible: https://www.deperu.com/calendario/1158/simon-bolivar-llega-al-peru . [Consulta: 2018, junio 26].

Don Quijote SL. Independencia Boliviana. Página Web en Línea. Disponible: https://www.donquijote.org/es/cultura-boliviana/historia/independencia/ . [Consulta: 2018, junio 26].
IPeru.org. Simón Bolívar. Portal en Línea. Disponible: https://www.iperu.org/simon-bolivar-libertador-peru . [Consulta: 2018, junio 26].

Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores. Bolívar en Perú. Página Web en Línea. Disponible: http://peru.embajada.gob.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=139&Itemid=18&lang=es  . [Consulta: 2018, junio 26].

Scrib.com. Bolívar en Bolivia. Sitio Web en Línea. Disponible: https://es.scribd.com/doc/112741204/BOLIVAR-EN-BOLIVIA . [Consulta: 2018, junio 26].

UNEFA. Bolívar en Bolivia. Blog en Línea. Disponible: http://catedrab-unefa.blogspot.com/2012/02/bolivar-en-bolivia.html . [Consulta: 2018, junio 26].

BIOGRAFÍA SIMÓN BOLÍVAR

BIOGRAFÍA SIMON BOLÍVAR

García, Rudys

 

SIMÓN BOLÍVAR


Si se forzase a los historiadores a designar el más decisivo protagonista de los convulsos procesos que, en las primeras décadas del siglo XIX, condujeron a la emancipación de la América Latina, no hay duda de que resultaría
elegido el militar y estadista venezolano Simón Bolívar,  justamente honrado con el título de “Libertador de América”, por fundar las Repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia, además de ser una de las figuras más destacadas en la emancipación hispanoamericana frente al Imperio español, contribuyó a inspirar y concretar de manera decisiva la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Venezuela y la reorganización de Perú.

Biografía

Su nombre de pila era Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios nació en Caracas el 24 de julio de 1783. Venezuela era entonces una Capitanía General del Reino de España entre cuya población se respiraba el descontento por las diferencias de derechos existentes entre la oligarquía española dueña del poder, la clase mantuana o criolla, terratenientes en su mayoría, y los estratos bajos de mulatos y esclavos.
Sus padres Juan Vicente Bolívar y Ponte y María de la Concepción Palacios y Blanco pertenecían a la clase social denominada como los “criollos”, quienes eran descendientes de Españoles o Españoles mismos de la América Hispana, que constituían la alta sociedad ante los mestizos y mulatos; aunque con "un octavo de sangre india o negra". No eran ni reyes pero tampoco esclavos mantenían un status social alto.
El niño Simón era el menor de cuatro hermanos y muy pronto se convertiría, junto a ellos, en heredero de una gran fortuna. Bolívar quedó huérfano a los nueve años de edad, pasando al cuidado de su abuelo materno y posteriormente de su tío Carlos Palacios; ellos velarían por su educación, aunque también la negra Hipólita, su esclava y nodriza, continuaría cuidando del muchacho.
La infancia  y parte de su adolescencia discurrió entre los valles de Aragua y la ciudad de Caracas, combinando sus estudios en la escuela de primeras letras de la ciudad con visitas a la hacienda de la familia, a los quince años de edad, por la mediación que realizó su tío Esteban (Ministro del Tribunal de la Contaduría Mayor del Reino ante el rey Carlos IV), fue nombrado subteniente de Milicias de Infantería de Blancos de los Valles de Aragua.
Mientras esto sucedía, tuvo la suerte de formarse con los mejores maestros y pensadores de la ciudad; figuraban entre ellos Andrés Bello, Guillermo Pelgrón y Simón Rodríguez. Fue este último, sin embargo, quien logró calmar por instantes el ímpetu nervioso y rebelde del niño, alojándolo como interno en su casa por orden de la Real Audiencia, lo cual sería la génesis de una gran amistad. Pero ni el apego al mentor ni el ingreso en la milicia fueron suficientes para aquietar al muchacho, y sus tíos decidieron enviarlo a España a continuar su formación.
Bolívar fue enviado a España a los 16 años para continuar sus estudios. En Madrid en 1800 conoció a la joven María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza, en agosto de 1800 María Teresa aceptó el noviazgo con Simón Bolívar, y contrajeron matrimonio el 26 de mayo de 1802. Bolívar tenía 19 años y María Teresa 21, al cabo de unos 20 días se trasladaron a La Coruña.
El 15 de junio de 1802,  partieron los recién casados hacia Caracas, desembarcando el 12 de julio en La Guaira. Después de una corta estadía en Caracas, en la Casa del Vínculo y del Retorno, ubicada en una esquina que daba a la Plaza Mayor de Caracas, hoy Plaza Bolívar, se trasladaron a la "Casa Grande" del ingenio Bolívar en San Mateo. María Teresa enfermó poco después de “fiebres malignas” hoy día identificadas indistintamente como fiebre amarilla o paludismo, por lo que el matrimonio regresó a Caracas a su Casa del Vínculo, allí fue donde ella murió el 22 de enero de 1803.
El joven Bolívar se dedicó a viajar, transido de dolor, para mitigar la pena que le causó el fallecimiento de su esposa. Fue en este estado de ánimo cuando juró no volver a casarse jamás.

Vida Política y Militar

Mientras el caraqueño Francisco de Miranda, desde Estados Unidos y las Antillas, reunía pacientemente apoyos para una expedición militar que diese la independencia al país, los acontecimientos en Venezuela comenzaban a tomar aires de revuelta. Ajeno a todo aquello, Bolívar se reunió con su suegro en Madrid, para trasladarse a París en 1804. A la sombra de Napoleón Bonaparte (quien no tardaría en proclamarse emperador de Francia) se había formado una clase aristócrata, hallada entre la burguesía, que se reunía en los grandes salones a los cuales asistía Bolívar en compañía de Fernando Toro y Fanny du Villars.
Allí el joven Bolívar, especie de dandy americano, se contagiaría poco a poco de las ideas liberales y la literatura que habían inspirado la Revolución Francesa. Era un gran lector y un interlocutor bastante interesado en la política de la actualidad. En esos tiempos conoció al eminente naturalista alemán Alexander Von Humboldt, expedicionario y gran conocedor del territorio americano, quien le habló de la madurez de las colonias para la independencia.
Su antiguo preceptor, Simón Rodríguez, se hallaba por entonces en Viena; Bolívar, al enterarse, corrió en su búsqueda. Posteriormente el maestro se trasladó a París, y en compañía de Fernando Toro emprendieron un viaje cuyo destino final era Roma. Cruzaron los Alpes caminando hasta Milán, donde se detuvieron el 26 de mayo de 1805 para presenciar la coronación como rey de Italia de Napoleón, a quien Bolívar admiraría siempre. Después visitaron Venecia, Ferrara, Bolonia, Florencia, Perusa y Roma. En esta última ciudad tuvo lugar el llamado Juramento del Monte Sacro: en presencia de Simón Rodríguez y Fernando Toro, Simón Bolívar juró solemnemente dedicar su vida y todas sus energías a la liberación de las colonias americanas.
A mediados del año 1807, cuando Bolívar volvió a Caracas se encontró con una ciudad inmersa en un ambiente de gran agitación social y política que era gobernada por personajes interinos bajo la supervisión de un regio Regente visitador visto con malos ojos por la colectividad caraqueña, llamado Joaquín de Mosquera y Figueroa.
Este era un ambiente poco propicio para enfrentar situaciones de crisis y fue una circunstancia que ayudó a precipitar los acontecimientos a favor de la Independencia. Bolívar había vuelto a Caracas absolutamente convencido de la imperiosa necesidad de independencia para América y trató de convencer a sus parientes y amigos de que esta era la mejor opción pero, salvo la excepción de su hermano Juan Vicente, no pudo hacerlo fácilmente debido a que las noticias de Europa llegaban muy tarde y con pocos detalles, por lo que el público se enteraba de las acontecimientos solo de una forma general e inexacta y esto limitaba su capacidad para evaluar la situación. Así en 1808 Bolívar se había ya incorporado a las actividades conspirativas.
El 11 de enero de 1809 llegaron a Caracas unos despachos oficiales que anunciaban la creación de la Junta Central de España e Indias que terminó instalándose en Sevilla en abril de 1809 y poco después, el 14 de enero de 1809 llegó a Venezuela el Mariscal de campo Vicente Emparan en calidad de Capitán General de Venezuela y Gobernador de Caracas. Su llegada dio una nueva perspectiva a la situación política ya que empezaron a circular rumores que lo relacionaban como partidario de los franceses, por lo que fue acusado de querer confundir a la población.
En el panorama de incertidumbre reinante, el 19 de abril de 1810, los miembros del Cabildo de Caracas decidieron constituir una Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII en un acto que termina con la firma del Acta de Independencia y constitución de la Primera República el 5 de julio de 1811. Con la revuelta del 19 de abril de 1810 se obligó al entonces Capitán General de Venezuela, Vicente Emparan, a ceder sus poderes a esta Junta y trajo como resultado la expulsión de los funcionarios españoles de sus puestos para embarcarlos rumbo a España.
Poco después, tras enterarse de los hechos, la Regencia dispuso el bloqueo de las costas de Venezuela pero ya era tarde, desde entonces el proceso independentista sería imparable, y el ejemplo de Caracas fue seguido por el resto de las juntas americanas.
Bolívar fue enviado a Inglaterra con el grado de Coronel junto con Andrés Bello y Luis López Méndez en una misión diplomática con instrucciones de solicitar apoyo británico a la Junta en nombre del rey Fernando VII de España aprovechando la circunstancia de que España y Gran Bretaña eran ahora naciones aliadas que habían dejado de lado sus históricas diferencias ante el peligro común que representaba Napoleón.
La misión diplomática llegó a Londres en un momento político delicado ya que entonces Gran Bretaña estaba dando una costosa ayuda militar a España y la negativa venezolana de aceptar la autoridad del Consejo de Regencia español resultaba inconveniente en esos momentos, sin embargo, Lord Wellesley consideró conveniente recibir a la delegación en su casa particular, Apsley House, por temor a que sus miembros recurrieran a Napoleón en busca de apoyo y así aprovechar la ocasión para averiguar las pretensiones venezolanas.
A pesar de que no se cumplieron todos los objetivos de la delegación, se lograron algunos compromisos importantes gracias a la presencia de Francisco de Miranda en Londres, con quien Bolívar empezó a mantener contactos que fomentaron una participación discreta de este mediante sus contactos personales en las negociaciones. Así Bolívar logró la secreta complicidad inglesa, la apertura del comercio, y la posibilidad de que Inglaterra ejerciera presiones sobre España para favorecer los intereses venezolanos.
El 5 de diciembre de 1810 Simón Bolívar regresa a Venezuela, empezó a hacer gestiones para promover el regreso de Miranda, quien  no tardó en seguirlo; su figura era algo mítica entre los criollos, tanto por el largo tiempo que había pasado en el exterior como por su participación en la independencia de Norteamérica y en la Revolución Francesa. Casi nadie lo conocía, pero Bolívar, convencido de la utilidad de Miranda para la empresa que se iniciaba, lo introdujo en la Sociedad Patriótica de Agricultura y Economía, creada en agosto de 1810, y de la cual Bolívar fue un miembro importante por estar muy implicado en las movilizaciones posteriores ocurridas el 5 de julio de 1811 para ratificar la Declaración de Independencia, y porque defendió posturas opuestas a la Constitución del 21 de diciembre de 1811 al considerar que era una copia literal de la que regía en los Estados Unidos que no se adaptaba a la realidad del momento en Venezuela.
En 1813 le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela, que, tras serle ratificado en Caracas ese mismo año, quedó asociado a su nombre. Los problemas para llevar adelante sus planes fueron tan frecuentes que llegó a afirmar de sí mismo que era «el hombre de las dificultades» en una carta dirigida al general Francisco de Paula Santander en 1825.

La Independencia de Venezuela

Partidarios a ultranza de proclamar una independencia absoluta para Venezuela, Bolívar y Miranda instaron a los miembros de la Sociedad Patriótica a pronunciarse en ese sentido ante el Congreso Constituyente de Venezuela, reunido el 2 de marzo de 1811. Fue a propósito de ello que Bolívar dictó su primer discurso memorable: "Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad Suramericana. Vacilar es perdernos". El 5 de julio de 1811, el Congreso Constituyente declaró la independencia y se aprobó la Constitución Federal para los estados de Venezuela.
La primera República se perdió como consecuencia de las diferencias de criterios entre los criollos, de los resentimientos entre castas y clases sociales, y de las incursiones de Domingo Monteverde (capitán de fragata del ejército realista) en Coro, Siquisique, Carora, Trujillo, Barquisimeto, Valencia y, finalmente, Caracas. Estaba claro que una guerra civil iba a desatarse de inmediato, pues la empresa en cuestión era todo menos monolítica. Bolívar tomaría conciencia del carácter clasista de la guerra y reflexionaría sobre ello a lo largo de todas sus proclamas políticas.

La Gran Colombia

La reconquista de Venezuela tardaría seis años en conseguirse. Las expediciones se iniciaron en la isla Margarita y continuaron su escalada por el oriente en dirección hacia Guayana. La batalla de San Félix (1817) dio a los independentistas la región de Guayana y la navegación por el Orinoco. En 1819, Bolívar emprendió la Campaña de los Andes, y, tras derrotar a los realistas en la batalla de Boyacá (7 de agosto de 1819), obtuvo el control de las Provincias Unidas de Nueva Granada (la actual Colombia), que habían caído en manos de los españoles en 1816. Finalmente, la victoria en la batalla de Carabobo (24 de junio de 1821) selló definitivamente la independencia de Venezuela y Colombia.
Fueron los tiempos del temible general realista Pablo Morillo, al que el absolutista monarca español Fernando VII, repuesto en el trono una vez finalizada la Guerra de la Independencia Española, había encomendado la misión de aplastar toda insurgencia. Vencerlo fue tarea difícil, y Bolívar tuvo que emplear nuevas estrategias de adhesión: proclamó la libertad de los esclavos y ofreció tierras a cambio de lealtad militar. Obtuvo así la colaboración de los ejércitos llaneros al mando de José Antonio Páez, vitales para el desarrollo de la contienda, como también lo fue la ayuda de un importante contingente de soldados y generales europeos, británicos fundamentalmente, quienes anhelaban unirse al Libertador.
Simultáneamente, Bolívar se encargó de la reconstrucción política de la región. En febrero de 1819 convocó el Congreso de Angostura, ante el que pronunció un célebre discurso en el cual instaba a los representantes a promulgar una constitución centralista que había de ser el fundamento jurídico de la soñada República de la Gran Colombia. Presidida por el mismo Bolívar, la «Gran Colombia» quedó constituida ese mismo año, y agrupaba por el momento los territorios de las actuales Venezuela y Colombia.
El sur se encontraba en la mira de la Gran Colombia, es decir, de Bolívar. La liberación y adhesión de las provincias de Quito y Guayaquil (el actual Ecuador) resultaba fundamental para consolidar y mantener la hegemonía en el continente de la recién creada República. Ello fue logrado, desde el punto de vista militar, en la batalla de Pichincha (1822), y desde el punto de vista político, por las negociaciones adelantadas por Antonio José de Sucre y Simón Bolívar, gracias a las cuales la región aceptó integrarse en la Gran Colombia una vez liberada.
El proceso de emancipación de Latinoamérica terminaría en Perú dos años después. El valor estratégico que tenía la conquista y liberación de este territorio por parte del ejército libertador era vital: en tanto que verdadero centro neurálgico del poderío español, la caída del Virreinato del Perú significaría la salida definitiva de los españoles del territorio americano. Tal victoria supondría, además, el triunfo de la ideología bolivariana republicana sobre la propuesta de construir monarquías en los territorios del sur, defendida por la oligarquía peruana y secundada, aparentemente, por otro gran caudillo de la independencia americana: José de San Martín.
En una inolvidable gesta que incluyó la travesía de los Andes desde Argentina, San Martín había liberado Chile en 1817; desde allí, al frente de un nutrido ejército que trasladó por mar, desembarcó en Perú, ocupó Lima en 1821 y proclamó la independencia. Pero apenas un año después, las disensiones internas y el hostigamiento de los realistas, que controlaban de hecho la mayor parte del territorio, habían debilitado sensiblemente su posición.
Ambos libertadores se reunieron en Guayaquil en julio de 1822 con el fin de tratar éste y otros asuntos relativos a la guerra. Nunca se supo de qué hablaron Simón Bolívar y José de San Martín, pero el curso de los acontecimientos brinda la evidencia de un profundo desacuerdo; poco después, San Martín renunció a su cargo de Protector del Perú y regresó a Chile.
La definitiva liberación del Perú quedó así en manos de Bolívar. Apenas dos años después, tras hacerse cargo en persona de los preparativos, las batallas de Junín y de Ayacucho (agosto y diciembre de 1824) acabaron con la resistencia realista: la caída del Virreinato del Perú ponía fin a tres siglos de dominación española. En el Alto Perú, liberado en los primeros meses de 1825, se constituyó la actual República de Bolivia, presidida por su lugarteniente Antonio José de Sucre. Culminadas así todas las operaciones militares, Bolívar regresó a rendir cuentas al Congreso colombiano.
Bajo su impulso medio continente había alcanzado la independencia, pero, pese a haber reflexionado largamente sobre la forma de gobierno que convenía a los territorios americanos, ni la fortuna ni la clarividencia le acompañarían en su acción política. Bolívar abogó en todo momento por la edificación de un Estado centralista que lograra cohesionar aquello que, en virtud de una heterogeneidad racial, cultural y geográfica de la que era muy consciente, no resistía la perfección de una federación; pronto se puso de manifiesto, sin embargo, que el proyecto de mantener unidas en confederación a las nuevas naciones era una quimera.

Intento de Asesinato y Declive

El 25 de septiembre de 1828, en Bogotá, se llevó a cabo un atentado contra su vida, conocido como la Conspiración Septembrina, de la cual resultó ileso gracias a la ayuda de su compañera sentimental, Manuela Sáenz, quiteña que recibió en 1821 la orden de Caballeresa del Sol del general José de San Martín y que a raíz del suceso con Bolívar fue llamada por él «La Libertadora del Libertador».

Bajo la ventana de la residencia de Bolívar, frente al actual Teatro Colón, por donde realizó su escape, fue puesta una placa con la inscripción del cuadro lateral. Pasó la noche escondido en un caño en lo que es conocido hoy en día como el eje ambiental de Bogotá.
Bolívar inicialmente intentó perdonar a los que fueron considerados como conspiradores, miembros de la facción «santanderista». Eventualmente se decidió someterlos a la justicia marcial, después de la cual debieron ser fusilados los acusados de ser los directos implicados, algunos sin que quedara plenamente establecida su responsabilidad. El mismo Francisco de Paula Santander, quien había sabido con antelación de la conspiración y no se había opuesto directamente a ella por sus diferencias con Bolívar, partió al exilio.
Después de los hechos, Bolívar siguió gobernando en un ambiente enrarecido, acorralado por disputas fraccionales. Las revueltas continuaron. En esta situación, la Gran Colombia le declaró la guerra al Perú y el presidente de este país, José de La Mar, invadió Guayaquil más fue vencido por Antonio José de Sucre en la batalla del Portete de Tarqui el 27 de febrero de 1829. Venezuela se proclamó independiente el 13 de enero de 1830 y José Antonio Páez ocupó la presidencia de ese país desterrando a Bolívar.
Bolívar dimitió de la presidencia el 20 de enero de 1830 en el Congreso Admirable pero esta no fue aceptada hasta el 4 de mayo de 1830 concediéndosele una pensión de 3000 pesos anuales. El 8 de mayo de 1830, Bolívar partió de Bogotá acompañado de un grupo de amigos y políticos con solo 17 000 pesos, producto de la venta de su vajilla de plata, sus alhajas y sus caballos.
El vicepresidente de Colombia Domingo Caicedo le envió a Bolívar su pasaporte, pues este tenía la intención de volver a Europa. En junio llegó a Cartagena, donde los lugareños le animaron a seguir luchando, mientras que en Bogotá continuaba la campaña en su contra.
El 1 de julio el general Mariano Montilla informó al Libertador del asesinato del Gran Mariscal de Ayacucho, noticia que afectó profundamente a Bolívar. A fines del mes vio publicada en la prensa la resolución del Congreso venezolano de romper relaciones con Colombia mientras el Libertador permaneciera en suelo colombiano, pero sus seguidores lo convencieron de no partir de Colombia.

Muerte

La historia oficial relata que luego de su renuncia y de recibir la noticia del asesinato de Sucre, solo y desengañado, Bolívar había decidido dirigirse
a Europa, pero su salud empeoró rápidamente, razón por la cual aceptó la invitación del español Joaquín de Mier y Benítez, Bolívar murió de tuberculosis el 17 de diciembre de 1830, en la ciudad de Santa Marta - Colombia, en la casa del mencionado español que es conocida como la Quinta San Pedro Alejandrino.
Durante los meses que precedieron a su muerte, el Libertador había de evocar constantemente su amarga derrota política. Recordaba a su último amor, Manuela Sáenz, que al salvarle la vida en el atentado del 25 de septiembre de 1828 se había ganado el título de «Libertadora del Libertador»; también evocaba otros amores y otros atentados, lloraba la muerte de Sucre, el fiel lugarteniente asesinado el 4 de junio de 1830 en Berruecos; recordaba y deliraba, y así murió, quien fuera uno de los más grandes hombres que haya nacido de esta tierra solo, sin dinero y con los ideales de toda su vida rotos a causa de la ambición de poder de quienes en algún momento lo acompañaron a cumplir su más grande sueño “ La Gran Colombia” y la independencia de América.


Cronología

 


1783
Nace el 24 de julio en Caracas, en el seno de una familia acomodada.
1792
Queda huérfano y pasa al cuidado de su abuelo materno y posteriormente de su tío Carlos Palacios.
1799
Viaja a España para completar sus estudios.
1802
Se casa en Madrid con María Teresa Rodríguez del Toro.
1803
Regreso a Caracas. María Teresa muere de fiebre amarilla. Bolívar emprende un nuevo viaje por Europa.
1805
Asiste a la coronación como rey de Italia de Napoleón. Decidido a liberar las colonias hispanoamericanas del yugo español, pronuncia en Roma el Juramento de Monte Sacro, en presencia de Simón Rodríguez y Fernando Toro.
1807
Regresa a Caracas.
1811
Se incorpora como coronel al ejército bajo las órdenes de Francisco de Miranda.
1812
Tras la rendición de Miranda, se traslada a Curazao.
1813
Reconquista Venezuela en la llamada Campaña Admirable. Es nombrado capitán general de los ejércitos de Venezuela y recibe el título de Libertador.
1814
Derrotado de nuevo, se retira a Jamaica. Escribe la Carta de Jamaica.
1821
Tras diversas expediciones y batallas, obtiene el triunfo definitivo en la batalla de Carabobo, que asegura la independencia de Venezuela. Dos años antes había proclamado en Angostura la República de la «Gran Colombia», que había de comprender los territorios de Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá.
1822
Junto con Antonio José de Sucre, en acción coordinada, consigue la liberación del Ecuador.
1824
Victoria sobre el Ejército Real del Perú en Junín. Sucre, por su parte, vence a los realistas en la decisiva batalla de Ayacucho.
1825
Las provincias del Alto Perú se constituyen en República Bolívar, embrión de la República de Bolivia.
1826
Regresa a Caracas para sofocar La Cosiata, el movimiento separatista venezolano liderado por José Antonio Páez.
1827
En el Congreso de Panamá se evidencian las ansias separatistas entre las jóvenes repúblicas libertadas.
1830
En medio de un avanzado proceso de disolución de la Gran Colombia, fallece el 17 de diciembre.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. (1968). Simón Bolívar. Documento en Línea. Disponible:  http://www.cervantesvirtual.com/portales/simon_bolivar/autor_biografia/  . [Consulta: 2018, junio 20].

Biografías y Vidas. (2004). Simón Bolívar. Enciclopedia Biográfica en Línea. Disponible: https://www.biografiasyvidas.com/monografia/bolivar/ . [Consulta: 2018, junio 20].

Hispanidad. (S/F). Los Criollos. Documento en Línea. Disponible:  http://www.hispanidad.info/criollos.htm . [Consulta: 2018, junio 20].

Wikipedia. (2018). Simón Bolívar. Enciclopedia en línea. Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_Bol%C3%ADvar . [Consulta: 2018, junio 20].